Debido a los fuertes impactos provocados por la pandemia de COVID-19, gran cantidad de agencias de viajes quedaron paralizadas y otras, lamentablemente, cerraron sus puertas.
Pero aquellas agencias que cuentan con los recursos necesarios para afrontar y subsistir durante esta crisis, optaron por diferentes posturas frente a las ventas como, por ejemplo, promocionar precios bajos y flexibles. Sin embargo, dicha estrategia no parece ser suficiente para enfrentar el miedo que tienen las personas a viajar.
Según Juan José Hidalgo, presidente de Globalia, con la crisis del coronavirus “todo se ha derrumbado” y va a ser “muy difícil” reconstruirlo porque la gente “sigue con miedo” a viajar. El miedo de la gente viene de diversos factores como, por ejemplo, el riesgo de contagio, dudas sobre hacer un plan a futuro con la incertidumbre de que pueda cancelarse por un rebrote, o finalmente, porque pueden dudar de que la experiencia de un viaje pueda ser agradable entre tantos controles y restricciones.
En definitiva, la incertidumbre sigue afectando al sector turístico que deberá innovarse y reinventarse para poder hacer frente y superar esta crisis.