Los museos atraviesan una delicada situación financiera como resultado de la pandemia, debido a que se vieron obligados a cerrar sus puertas por más de 120 días. Poco a poco fueron reabriendo, pero con la particularidad de hacerlo sin grandes multitudes como estaban acostumbrados y respetando los protocolos de seguridad impuestos por las autoridades.
En el caso del Museo Rodin, ubicado en el antiguo palacete Peyrenc de Moras mejor conocido como el Hotel Biron, ideó una ingeniosa estrategia para enfrentar la disminución de ingresos que deberá afrontar en los próximos meses debido a las restricciones al turismo y la caída de la facturación que esta situación provoca. El museo tomó la decisión de vender piezas de bronce del escultor Aguste Rodin, quien antes de fallecer autorizó al museo a comercializar parte de su trabajo.
Catherine Chevillot, directora del museo, explicó que la venta de los bronces es un elemento importante de la estrategia comercial y esperan que contribuya a la salud financiera del museo. El objetivo es vender obras a museos de todo el mundo y coleccionistas de arte, con un valor de 3 millones de dólares aproximadamente. Las unidades son originales y formar parte de una edición limitada de 12 fundiciones.
Antes de la cuarentena, el museo recibía un promedio de 2500 visitantes por día, ahora deberá prepararse para recibir una proporción menor. Los visitantes del museo deberán utilizar, obligatoriamente, tapabocas y deberán cumplir con los protocolos de prevención y seguridad establecidos.