Aunque el rubro turístico no es el único sector golpeado por los efectos económicos derivados de la pandemia del COVID-19, a corto plazo sí ha sido el más afectado. Muchos comercios y restaurantes avanzaron con su reactivación, pero los hoteles se topan con un nuevo problema: la falta de viajeros y, por lo tanto, de reservas.
El nuevo problema que atraviesa la hotelería de Barcelona es la falta de reservas que mantiene a la mayoría de hoteles de la capital catalana sin fecha de reapertura. El insólito panorama que viven los hoteles inactivos en Barcelona constata que el turismo es casi nulo en la ciudad, pese a la progresiva apertura de fronteras.
El Gremi d’Hotels de Barcelona estima que a mitad de mes habrá unos 75 hoteles abiertos entre una planta hotelera que ronda los 440. Actualmente, son muchos los hoteles que parecen estar abiertos en portales como Booking, pero en realidad solo ofrecen una aparente disponibilidad para testar el interés del viajero o el potencial volumen de reservas.
El director general del gremio en la ciudad, Manel Casals, señala que “se trata solamente de una cuestión de confianza, mucha gente aún no se atreve a viajar”. La incertidumbre es ahora el gran enemigo del turismo, por lo que las reservas son de último minuto ylos clientes buscan la garantía de cancelación sin cargos.