Las agencias españolas cerraron en el mes de marzo y lograron abrir sus puertas el 1° de junio, pero siguen sin recibir clientes. Asimismo, los nuevos rebotes disminuyen sus esperanzas.
Durante todo este tiempo, como consecuencia de la pandemia, muchas agencias de viajes de España cerraron sus puertas y todo ha sido perdida. En primer lugar, tuvieron que gestionar devoluciones y ahora, una vez que abrieron, pagar facturas básicas como luz e impuestos. Pero según José Manuel Rodríguez, de Viajes Olyma: «No nos llega ni para pagar la luz».
Sumado a dicha situación, está presente el miedo a viajar de los clientes sumado a la oferta cada vez menor de medios de transporte o de alojamientos. Según Marcelo de Viaxes Low Cost, «La gente es todavía muy reticente a viajar, muy poca gente se anima».
Sin dudas, todas las agencias coinciden que las experiencias cercanas, sobre todo en la costa de Galicia, es lo que los clientes demandan para evitar complicaciones si hubiera que regresar al estado de alarma. Asimismo, todas coinciden que hay incertidumbre y desánimo.