Conformando la lista de Patrimonios de la Humanidad declarados por la Unesco, la Plaza Roja es un enclave histórico de la capital rusa y testimonio en primera persona de importantes hechos históricos.
La Plaza Roja es la más famosa de Moscú, ubicada en el barrio comercial conocido como Kitay-górod. El nombre no proviene del color de los ladrillos que la rodean, ni tampoco es referencia al color rojo del comunismo, sino que deriva de la palabra rusa Красная2 (Krásnaya), que significa «roja», pero que en el antiguo ruso significaba «bonita», es decir, la plaza bonita.
Inicialmente, la zona donde se sitúa actualmente la plaza estaba poblada por casas de madera que se ubicaban frente a la fortaleza del Kremlin. Pero a final del siglo XV, Ivan III de Rusia ordenó derribarlas y crear este histórico espacio que ha sido mercado, lugar de ejecuciones, escenario de desfiles y hoy de paseos.
Este impasible enclave histórico ha sido testimonio en primera persona de la caída del régimen zarista y del auge del comunismo leninista. Con la Revolución rusa de 1917 se borró del mapa el esplendor zarista y la plaza se transformó en el gran símbolo soviético.
Asimismo, a través de este lugar de trascendencia histórica se puede acceder al Kremlin, antes residencia de zares y luego de gobernantes, el Mausoleo de Lenin, las catedrales de San Basilio y de Kazán, el Museo Estatal de Historia de Rusia o las Galerías GUM, donde se encuentran tiendas y cafés que sirven una rica repostería.