Luego de cuatro postergaciones, el gobierno de Panamá estableció el 21 de agosto como fecha de reinicio de la actividad aérea. Asimismo, autorizó una apertura limitada del aeropuerto que es considerado hub para toda la América Latina y el Caribe.
Las autoridades de Panamá autorizaron el establecimiento de un Centro de Operaciones Controladas para la Interconexión de Aviación Comercial Internacional, que permitirá de forma limitada operaciones aéreas en el Aeropuerto de Tocumen para la salida de pasajeros y la entrada controlada de panameños o residentes en Panamá.
Como consecuencia (aunque aún debe obtener la autorización), Copa Airlines estableció a partir del 14 de agosto una operación piloto de vuelos exclusivamente para residentes y para pasajeros con destino a Estados Unidos, México, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Brasil y Chile.
Según la aerolínea, estas operaciones “equivalen a menos del 2% del total de vuelos semanales que Copa operaba previo a la crisis ocasionada por el COVID-19”. Pero aún así, servirán como una prueba piloto en materia de bioseguridad, antes de que se pongan en funcionamiento entre el 10% y el 13% de las operaciones.