Como es de público conocimiento, el sector turístico argentino se encuentra atravesando una grave crisis derivada de la pandemia de COVID-19 llevando casi 150 días sin facturación. Como consecuencia, el sector está trabajando en proyectos de salvataje pero la grieta política entra en el escenario.
Desde el 20 de marzo, Argentina se encuentra en cuarentena y con el turismo paralizado. Aunque es cierto que el Gobierno de Alberto Fernández ha dispuesto importantes medidas de alivio, esos auxilios comienzan a tornarse insuficientes. Es así, que avanzan tanto en senadores como en diputados proyectos para salvar al turismo.
Como consecuencia, la puja política por ver cuál de los dos proyectos se aprueba primero y la discusión sobre cuál es más conveniente, están manteniendo al turismo en la agenda nacional, pero al mismo tiempo, ponen en evidencia las profundas grietas que dividen al país y a la actividad.
Esta semana el Senado podría dar media sanción a su proyecto, que deberá pasar luego a Diputados. En tanto, el proyecto del Ejecutivo podría pasar al mismo tiempo por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja, con la posibilidad de ir al reciento la otra semana. De este modo, el proyecto de “emergencia” para el sector, aunque ya no lleve ese nombre, entra en etapa de definición.