Argentina y chile anunciaron que desde octubre retomarán su actividad de cruceros bioceánicos y antárticos. Estas medidas fueron celebradas por las navieras, que esperaban ansiosas una bandera de salida para iniciar la reprogramación y la comercialización de esos viajes. Y es en ese contexto que se produjo una de las grandes sorpresas para el segmento en la región.
La compañía de cruceros de alta gama Silversea anunció que esta temporada 2021-2022 ya no operará salidas a la Antártida partiendo desde la ciudad de Ushuaia, en Argentina, sino desde Chile. Allí operará con dos barcos desde Punta Arenas y uno desde Puerto Williams. Ahora tendrá dos puntos de partida en territorio chileno: Punta Arenas y Puerto Williams.
La medida significa un duro golpe para la ciudad más austral del mundo y para el receptivo argentino, que perderá así un gran número de pasajeros de muy alto nivel de ingresos y de consumo. Y no alcanzaron los esfuerzos realizados por las autoridades portuarias y el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), que incluía reducciones en las tasas que podían alcanzar hasta el 100%.
Los pasajeros deberán volar a Santiago de Chile, donde deberán hacer noche antes de volar a Punta Arenas al día siguiente en vuelo privado, en cumplimiento de los protocolos anunciados. Silversea ofrecerá desde Chile una verdadera “colección” de cruceros antárticos, que incluyen exploraciones de 10 días por la Península Antártica y las Islas Shetland del Sur; travesías cortas de sólo 5, 6 o 9 días; y viajes más largos, que abarcan la Península Antártica, las Islas Shetland del Sur, las Islas Malvinas, la Isla Elefante y Georgia del Sur. Además, se realizarán dos salidas con el nombre «Antártida profunda», de 20 días, trazando un camino más allá del Círculo Antártico, alcanzando los 69 grados sur de latitud; y habrá otras dos para presenciar el eclipse solar del 4 de diciembre, ya que la Antártida será el único lugar desde donde se puede ver en su totalidad.