Desde ayer domingo 12 de diciembre el primer ministro Bennet y el titular de Salud Horowitz decidieron continuar con las actuales medidas en el acceso a través del aeropuerto internacional Ben Gurion.
Los extranjeros que logren un permiso para entrar deberán cumplir cuarentena en hoteles controlados por el Estado.
Por su parte, los israelíes que ingresen al país tienen que someterse obligatoriamente a una prueba PCR en el aeropuerto y después pasar a un aislamiento domiciliario de al menos tres días, deber realizarse otro test que debe resultar negativo para poder terminar la cuarentena. Para los israelies no vacunados o que no se hayan enfermedad, el aislamiento es de siete días y luego una prueba negativa para poder salir.
Además, los israelíes procedentes de países del “listado rojo” –los 50 países africanos, por ser en Sudáfrica donde se detectó el primer caso de ómicron–, deben permanecer en un hotel de coronavirus hasta que den negativo. Solo entonces pueden desplazarse a su domicilio para una nueva cuarentena de una semana.