Pistolas de agua, cometas con forma de halcón, punteros láser o el olor a ajo, los restauradores de Venecia ya no saben qué inventarse para acabar con una de las últimas preocupaciones de la ciudad: las agresiones de palomas y de gaviotas a los turistas que se sientan en las terrazas de cafés y restaurantes. Durante la pandemia parecían haber disminuido, pero con la reanudación del turismo, las gaviotas reaparecieron con más hambre que nunca y aún más numerosas
El problema es tan grave que incluso la Asociación de empresas hoteleras de la ciudad de Venecia (AVA) organizó hoy un seminario junto con la empresa SGD Group, que se ocupa de desinsectaciones para aprender técnicas para ahuyentar a las aves que han aumentado considerablemente en los últimos años, explicó el director de la asociación, Claudio Scarpa.
Scarpa explicó que la solución que más se ha aceptado entre los hoteleros es la de unirse para contratar a cetreros con halcones para que ahuyenten a las gaviotas, ya que es el método más efectivo, pero además se estudiará colocar alambres eléctricos de baja intensidad, que no dañan a los animales, para evitar que se posen o aniden en los hoteles, que son en su mayoría edificios de gran valor histórico.