Iberia ha comenzado a operar vuelos de largo radio propulsados con biocombustible producido en España por Repsol a partir de residuos, en sus rutas de Madrid a Washington, Dallas y San Francisco, destino que recupera después de la pandemia de COVID-19. Para estos enlaces ha programado aviones bimotor Airbus A330-200, con capacidad de 288 asientos, uno de los aparatos más eficientes de su flota, con un ahorro en consumo de un 15%.
En los dos próximos años, Repsol e Iberia colaborarán también en la operación de vuelos con un porcentaje de biocombustible que puede llegar hasta el 50%, utilizando el producido en la planta de Cartagena y del fuel sintético producido en la planta de Petronor en Bilbao y, para los vehículos de servicios aeroportuarios, la utilización de HVO (aceite vegetal hidrotratado).
En noviembre pasado, ambas empresas operaron el primer vuelo Madrid-Bilbao con combustible sostenible a partir de residuos y, en enero de este año, Iberia se integró en el consorcio SHYNE (Spanish Hygrogen Network), liderado por Repsol para acelerar el desarrollo del hidrógeno verde en España.