Alemania ha suspendido durante tres meses la obligatoriedad de presentar el pasaporte COVID para ingresar en el país. De acuerdo con esta regulación, los viajeros no deberán presentar el documento que acredita que están vacunados, que superaron la enfermedad o un test negativo reciente, la llamada regla de las 3G -por geimpft, genesen o getestet, que significa vacunado, sanado o en posesión de un test negativo-.
La decisión del Consejo de ministros se produce tras un periodo continuado de descenso de nuevas infecciones. La incidencia semanal por 100.000 habitantes se situó hoy por primera vez en meses por debajo de los 300 casos.