Un primer ministro conservador de Austria, ha acordado que finalizó la libertad de precios en los billetes de avión, a partir de ahora ningún billete de avión costará menos de cuarenta euros. La teoría que se maneja es que esta es la manera de evitar que las personas viajen y contaminen.
Sin embargo, el Gobierno subvenciona a Austrian Airlines y parte del grupo Lufthansa, lo que concluye en que por un lado se pretende que las personas no viajen pero por otro se busca que no haya crisis en la aviación.