La formulación de objetivos es la parte más relevante de toda la gestión profesional. Sin una correcta definición de objetivos, todas las acciones que emprendamos estarán destinadas al fracaso o al consumo desproporcionado de nuestros recursos físicos y materiales. Por ello, es necesario realizar un planteamiento de objetivos de forma inteligente y eficaz que nos aporte una gran ventaja competitiva y un alto rendimiento de los recursos que empleemos.
Gracias a George T. Doran, existe una metodología que permite la formulación de objetivos de una forma eficaz: S.M.A.R.T, uno de los sistemas más utilizados mundialmente. Los objetivos SMART son importantes porque nos mantienen enfocados y motivados de una manera organizada. Es un acrónimo compuesto por 5 palabras: Specific (Específico), Measurable (Medible), Achievable (Alcanzable), Relevant (Relevante) y Time-bound (a Tiempo).
Específico (Specific)
El objetivo debe ser específico y no generalista. Cualquier persona que conozca el objetivo, debe saber qué es exactamente lo que pretendemos hacer y cómo. Deberíamos describir porqué es importante, cómo se va a desarrollar y los obstáculos que podemos encontrarnos.
Medible (Measurable)
El objetivo debe ser medible por lo que las metas a alcanzar deben ser cuantificables, es decir, factibles de medir y monitorizar en función de indicadores cuantitativos y cualitativos. Por tanto, deberíamos indicar de qué forma se medirá y cuáles son las métricas que lo evaluarán.
Alcanzable (Attainable)
Todo objetivo que planteemos debe ser ambicioso, ya que de otra forma es muy posible que no nos proporcione la motivación suficiente como para alcanzarlo. Pero a su vez, debe ser factible de alcanzar.
Relevante (Relevant)
Deberíamos plantear objetivos dentro de nuestras posibilidades y que estos estén orientados a resultados. Es fundamental disponer de la información de los recursos realmente disponibles y la motivación de los responsables en alcanzar el objetivo.
A Tiempo (Time-bound)
Todo objetivo que definamos, debería contar con una línea de tiempo para su consecución. Por tanto, debería existir una fecha límite de consecución previsible, y los consiguientes hitos intermedios de evaluación y revisión.
En síntesis, estas palabras representan las 5 reglas que debemos tener en cuenta a la hora de formular nuestros objetivos. Una forma de asegurarnos que realmente nuestro objetivo es S.M.A.R.T. es verificar que el mismo responde a las siguientes cuestiones: ¿Qué?, ¿Cuánto?, ¿Cómo?, ¿Con qué?, ¿Cuándo?