Si pensamos en Roma, seguramente lo primero que imaginamos y que viene a nuestras mentes es el famoso Coliseo Romano, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Con casi 2.000 años de antigüedad, el Coliseo de Roma, también llamado en la antigüedad Anfiteatro Flavio, nos hace retroceder en el tiempo y descubrir cómo era la antigua sociedad del Imperio Romano. Juegos de gladiadores, batallas navales y luchas con animales, son las diferentes actividades que constituían parte del entretenimiento público de más de 50.000 personas de la antigua Roma.
Su construcción comenzó en el año 72 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato del emperador Tito, convirtiéndose en el mayor anfiteatro romano. El Coliseo permaneció en activo durante más de 500 años y a partir del siglo VI comenzó a sufrir saqueos, terremotos e incluso bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Imponente por su tamaño, actualmente el Coliseo es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma. Cada año lo visitan 6 millones de turistas que buscan vivir una experiencia cultural, histórica y, sobre todo, sensorial.