Alemania ha puesto en servicio el primer tren del mundo propulsado por hidrógeno, de cero emisiones, abriendo la posibilidad a viajes ferroviarios más ecológicos y sostenibles, y supone un importante paso adelante en tecnologías para transportes más verdes, en general. El operador ferroviario regional LNVG dijo que la flota, fabricada por el gigante francés Alstom a un coste de 93 millones de euros, evitará la emisión de 4.400 toneladas de CO₂ al año.