Un 68% de los encuestados por IATA afirmaron que su calidad de vida empeoró por la pérdida de libertad para viajar y un 49% cree que las restricciones han ido demasiado lejos. Por otro lado, un 39% de las personas encuestadas admitió haber sufrido estrés o haberse perdido algún momento importante por las prohibiciones y las medidas que han sido impuestas.
El director general de IATA, Alexandre de Juniac, destacaba “La prioridad para todo el mundo es mantenerse a salvo de la COVID-19, pero es importante que planeemos la manera de volver a abrir las fronteras, controlar los riesgos y dejar que las personas continúen con sus vidas”.
La mayoría de los encuestados están de acuerdo en que preferirán viajar cuando estén vacunados pero no lo harán si en el lugar de destino hay cuarentena. Al respecto De Juniac decía “Las personas quieren volver a viajar, pero la cuarentena es un impedimento. Mientras que la capacidad para hacer pruebas y la tecnología mejora, y la población vacunada aumenta, las condiciones para quitar las medidas de cuarentena aparecen”.
El 72% de los encuestados afirmó que viajará a ver a sus amigos y familias lo antes posible, un número que ha crecido desde la última encuesta de IATA, realizada en septiembre de 2020.
Por su parte, IATA informó que la gran mayoría de los encuestados tendría la disposición de usar credenciales sanitarias para viajar, aunque siempre y cuando tengan control sobre sus datos personales. «Solo con estándares globales y gobiernos que los acepten podremos maximizar la eficiencia y ofrecer una experiencia de viaje óptima», añadió De Juniac, quien propuso la utilización de la tarjeta de viaje de IATA, una ficha con las credenciales sanitarias de cada viajero.