Los países europeos comenzaron a abrir sus fronteras en el pasado mes de junio, a poco más de un mes de la reapertura ya se confirmaron un gran número de nuevos contagios y el fin de semana pasado Gran Bretaña impuso una cuarentena de 14 días a aquellas personas que lleguen desde España.
A esta medida se le han ido sumando otras como por ejemplo la de Noruega, donde se ordenó una cuarentena de 10 días para todas aquellas personas que regresan de toda la península ibérica. En Francia, las autoridades recomendaron a sus ciudadanos no viajar a Cataluña.
En Alemania se instalaron centros de pruebas médicas para los pasajeros que llegan de aquellos países que se consideren como riesgosos.
En Cataluña se ha limitado las congregaciones y se intenta detener un brote creciente de COVID-19. El pasado sábado reportó 133 nuevos casos, siendo el segundo aumento más alto en España.
Por su parte Grecia, ha mantenido una baja tasa de contagios desde que finalizó su cuarentena, sin embargo en algunas regiones se han detectado algunas nuevas infecciones y es por esto que las autoridades están analizando extender el uso obligatorio de barbijos en centros comerciales e iglesias.
En la ciudad de Amberes, Bégica, los casos de COVID-19 están creciendo de una manera alarmante, el lunes informaron que los casos aumentaron un 71% del cual un 47% corresponde a esta ciudad. El gobierno de Bélgica endureció las restricciones haciendo obligatorio el uso de barbijos en espacios exteriores que se encuentren con gran cantidad de personas y exigió a bares y restaurantes registrar los datos de contacto de los clientes.