¿Qué tienen de especial y dónde están los hoteles de 7 estrellas?
La calificación de siete estrellas no cabe en las guías oficiales pero se han convertido en el estándar de calidad más exquisito. Los requisitos para gozar de este reconocimiento no se recogen en ningún documento, pero las características que comparten estos complejos son reconocibles: privacidad, exclusividad, experiencias únicas, transporte de lujo, altas calidades, diseño, gastronomía y bienestar.
Esta categoría de excelencia nace en Asia, actual epicentro de la ostentación, y el primer hotel que presumió de esta distinción fue el Burj Al Arab de Dubái en 1999.
España: Bahía fenicia (Gastronomía)
España sería la segunda sede europea de un hotel de esta categoría, El Bahía Fenicia llevaría a las grandes fortunas a la localidad granadina de Almuñécar. Prometía ser la meca española del lujo. El hotel cuenta con un exquisito restaurante y una enorme bodega que custodia muestras de los mejores vinos de España y los más característicos de la isla.
Islas Turcas y Caicos: Seven Stars Resort & Spa (Privacidad)
Una de las demandas más solicitadas por los huéspedes más poderosos es la intimidad. Las dependencias con piscinas o spa privado son uno de los factores que marca la diferencia que delimita los extremos del lujo.
El Seven Stars Resort & Spa está situado en un paradisíaco territorio insular caribeño dependiente de Reino Unido.
El complejo ofrece a sus clientes más sibaritas la posibilidad de «recluirse» en pomposas villas con piscina y playa privada de aguas cristalinas y arena blanca.
Maldivas: Baros Maldivas (Transporte)
Baros Maldives es una espectacular isla privada de aguas turquesas. En 2017 se premiaron sus esfuerzos por crear la mejor experiencia: fue el Hotel Resort del año y el más romántico del Océano Índico
El complejo se distribuye en forma de pequeñas villas que aportan la mayor privacidad y confort a sus exigentes huéspedes. Sobre la playa reposan 45 dependencias, las otras 30 se disponen sobre el agua. La belleza del entorno convive en armonía con el diseño del hotel, construido en piedra arenisca y madera. Las suites más lujosas cuentan con piscina y playa privadas y cómodas terrazas con solárium abiertas al mar.
El tipo de transporte que la empresa pone a disposición de sus inquilinos resulta de lo más exclusivo: una lujosa flota de yates.
Dubái: Burj Al Arab (Excentricidad)
El Burj Al Arab es un espectacular edificio en forma de vela obra del prestigioso arquitecto Thomas Wills Wright. Se alza sobre su propia isla artificial, que proporciona a los huéspedes casi 300 metros de costa. Tiene su propia flota de Rolls Royce Phantome al servicio de los clientes y, los más exigentes, podrán desplazarse en helicóptero. Uno de los restaurantes de sus pisos superiores ofrece una panorámica de excepción, pero la comida más singular se sirve bajo el mar, tras diez minutos de viaje en submarino.
Alberga más de dos centenares de suites de gran tamaño en los que se servirán desde viandas orientales hasta un juego completo de productos de Hermès para hombre y mujer.
Pekín: Pangu 7 Star Hotel (Gastronomía)
El arte del buen comer mueve el turismo del lujo y un gran hotel debe satisfacer a los paladares más exigentes. El Pangu 7 Star Hotel de Pekín lleva la alta gastronomía por bandera, cada uno de sus cuatro restaurantes están a cargo de chefs de reconocido prestigio.
Su arquitectura llama la atención: tiene forma de dragón chino. Desde dentro destacan sus impresionantes vistas.
En sus instalaciones no falta de nada, caben desde gimnasios a piscinas climatizadas, salones de té y suites de lujo. Lo que más llama la atención: alberga la biblioteca más grande de China, que es también la cuarta más grande del mundo.
Milán: Seven Stars Galleria (Arte)
El arte y el lujo caminan de la mano desde la antigüedad. La Town House Galleria se alza en la capital de la moda, Milán y toma el arte como elemento diferenciador.
El hotel asociado, Seven Stars Galleria, acoge una exposición de Leonardo da Vinci a la que sus inquietos huéspedes tendrán acceso privilegiado.
Este original complejo fue el primero reconocido como hotel de siete estrellas por un organismo especializado: la Societé Générale de Surveillance.