Turismo es la industria de mayor conflictividad en el mundo, lo cual se ve reflejado en los tribunales, en las redes sociales y en los sitios de opinión de viajeros.
Hay conflictos derivados de las falsas expectativas y frente a esos conflictos no hay solución más que una comunicación efectiva y honesta entre vendedor y comprador.
Pero hay conflictos derivados de la falta de un contrato claro y detallado, donde se defina las respuestas concretas frente a las diversas situaciones que pueden darse en un viaje (demoras, cancelaciones, overbooking, deficiencias del servicio, imprevistos, etc).
Un viaje es una compra importante en dinero y toda vez que se produce un hecho, el mismo resulta irreversible, de modo que para evitar problemas y disputas es aconsejable la materialización de un contrato de viaje claro y completo.