La vendimia, además de ser la época de cosecha, es para Mendoza una expresión popular del sentimiento de amor, compromiso por el trabajo y riqueza colectiva que, poco a poco, ha ido traduciéndose en lo que hoy conocemos como la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Desde 1936, la Fiesta de la Vendimia es un hecho social y de agenda nacional que año tras año asombra y atrae a personas de toda la provincia de Mendoza, del país y del mundo. Los festejos vendímiales logran acercar a los bodegueros y todos aquellos que durante el año trabajan la vid y el suelo, al resto de la sociedad.
La fiesta se inaugura oficialmente con “la Bendición de los Frutos” donde los campesinos agradecen a sus santos por la buena cosecha obtenida. Luego, cuando cae el sol y comienza a oscurecer, una de las tradiciones más importantes empieza: la “Vía Blanca de las Reinas”, un desfile de las reinas y princesas de cada departamento de la provincia mendocina. Al otro día, el pueblo mendocino y todos los turistas que se acercan pueden disfrutar de “el Carrusel”, donde los diferentes carruajes de las reinas y princesas desfilan por las calles de la ciudad. Y finalmente, cuando llega la primera noche de festejos, se realiza la famosa fiesta inaugural y la elección de la Reina Nacional de la Vendimia. Miles y miles de visitantes se dan cita año tras año para disfrutar de un espectáculo majestuoso y único en el mundo.
Sin dudas, la Fiesta de la Vendimia que cada año recrea una historia renovada sobre la cosecha, nuestra tierra y nuestra gente, es un espectáculo único en el mundo. Tanto turistas como mendocinos se deslumbran cada año con la magnificencia del escenario, las cajas lumínicas, las danzas, el vestuario, la música, los fuegos artificiales y la elección de la reina.