Mundialmente, pensar en Francia es pensar en la Torre Eiffel. Desde su construcción en 1889 por el Ingeniero Gustave Eiffel, este monumento es un ícono que cautiva a los todos los residentes y turistas que la visitan.
Este atractivo está abierto todos los días para subir hasta la cima por ascensor u escalera. Se puede acceder al primer piso ubicado a 57 metros para caminar sobre el suelo de crista, al segundo a 116 metros o alcanzar la cumbre a 276 metros de altura.
La Torre Eiffel esta preparada para ofrecer actividades de día y de noche tanto en verano como en invierno. Por eso, es un imperdible en cualquier itinerario por París.
Además, el monumento cuenta con centros gastronómicos para que los visitantes puedan deleitarse con comidas típicas parisinas y, al mismo tiempo, disfrutar de la vista panorámica de la ciudad. Algunos de ellos son: La terraza restaurante del primer piso, la cocina gourmet contemporánea en El Jules Verne, el bar del champagne y de los Macaroon.
Por otro lado, nadie puede irse de la Torre Eiffel sin un souvenir. Por eso, hay una gran variedad de tiendas de regalos con distribuidas en las distintas plantas. Aquí, se pueden comprar gran variedad de recursos de la ciudad y algunos productos gastronómicos típicos.
Definitivamente, la Torre Eiffel está dentro de los monumentos más visitados y reconocidos del mundo. Y vos, ¿ya la conocés?