Gracias a la salida de la ministra de Economía, Silvina Batakis, y su reemplazo por Sergio Massa, el Banco Central (BCRA) anunció una nueva restricción a los consumos en dólares efectuados con tarjeta de crédito.
Esta, implica que en caso de que los consumos superen los USD 200 (o $200.000 en el resumen mensual) y la persona quisiera financiar parte de ese gasto (excluyendo el pago mínimo obligatorio), no podrá contar con la tasa de interés general que se aplica a los consumos en pesos, sino otra tasa que oscila entre 21 y 28 puntos más en promedio.
Asimismo, el BCRA subió del 57 al 62% anual la tasa que los bancos pueden cobrar para financiar los consumos con tarjeta de sus clientes. La nueva disposición permite que se sigan financiando los consumos, pero la tasa de interés será la regulada que fija la ley de tarjetas, un 25% superior a la que cobra el banco emisor del plástico al otorgar un préstamo personal. En otras palabras, los bancos podrán cobrar por financiar esos consumos tasas nominales del 83 al 90% anual (aunque en varios casos, según el banco, se puede superar el 100%).
Mientras tanto, el financiamiento de los resúmenes que no superan los $200.000 mensuales mantendrán la tasa del 62% que fija el BCRA. Antes de aplicar la medida, las entidades financieras deberán notificar a los usuarios.