Pese a que las aeronaves ya cuentan con un sistema de filtrado de aire que permite la eliminación de más del 99% de los virus y bacterias, los pasajeros quieren sentirse más seguros durante sus viajes y exigen ver más acciones.
Como medida para prevenir la propagación del COVID-19, diversos usuarios de la industria aérea propusieron la instalación de barreras de plástico divisorias entre los asientos de los aviones. Sin embargo, las aerolíneas tienen que asegurarse que las barreras sean ultraligeras, no flamables y que no afecten la limpieza y evacuación.
“El que existan barreras entre los asientos puede hacer que los pasajeros se sientan más seguros, especialmente durante la hora de comida, que es cuando las personas a bordo se quitan sus máscaras y hay potencial para la contaminación”, señaló, por su parte, Tan Hean Seng, ejecutivo senior de Singapore Technologies Engineering, según reportó Reuters.