El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado este fin de semana que las mascarillas volverán a ser obligatorias en interiores, aunque no en hostelería, y que el país recupera la obligatoriedad del PCR negativo (ya no valdrá el de antígenos) el segundo día en todas las llegadas o al regresar del extranjero. Los viajeros deberán permanecer aislados hasta conocer el resultado y guardar cuarentena de dar positivo, incluso si están vacunados.
Por otra parte, todos los contactos de los casos positivos de la nueva variante deberán estar confinados incluso si tienen la pauta completa de la vacuna.
A pesar de todo el primer ministro británico ha señalado que se trata de medidas temporales y espera que las Navidades transcurran mucho mejor que el año pasado. Por ello, añadió que dichas medidas volverán a ser revisadas en tres semanas, tiempo que debería permitir evaluar la efectividad de las vacunas frente a esta nueva variante.