Los feriados de Semana Santa son una ocasión ideal para quienes quieran y puedan tomarse unos días de descanso y desconexión de la rutina. San Rafael en Mendoza es un destino consolidado que atrae a visitantes de todo el país y también a extranjeros por la diversidad de actividades y paisajes que ofrece, siempre hay cosas para hacer allí. Acá les dejamos algunas ideas:
Recorrer y conocer bodegas: casi todas tienen su circuito para recibir a los turistas y hacer degustaciones, mientras que en otras se pueden alojar parejas o familias con todas las comodidades.
Fuerte San Rafael del Diamante: Declarado Monumento Histórico Nacional, fue una de las últimas construcciones de la colonización española, y ha tenido un papel fundamental en la defensa del territorio con historias que vale la pena descubrir.
Los Reyunos: donde se encuentra la represa que contiene al Río Diamante, gracias a la cual se ha formado un lago artificial de una belleza y colores muy llamativos. Los cerros y rocas que no llegaron a taparse por completo por el agua, emergen mostrándose con curiosas y famosas figuras, como “La Ballena” o “El Elefante”.
El Nihuil y Cañón del Atuel: La primera parada se hará en El Nihuil, lugar donde se disfrutar de las playas y bañarse en el agua clara y cristalina; y por supuesto, comer algo para empezar a recorrer el circuito del Cañón. Finalizando el circuito, nos deslumbra desde el hermoso mirador el lago de Valle Grande, con la central hidroeléctrica nº 4 al pie del dique.
Museo Municipal Ferroviario: se encuentra la primera locomotora que llegó a la ciudad a principios del siglo pasado y generó un crecimiento comercial y poblacional que modelaron a la zona como la conocemos hoy.
La plaza San Martín y la Plaza Francia: son paseos obligados de las nochecitas sanrafaelinas, donde se puede respirar la esencia de los lugareños.
Parque de los Niños: un lugar increíble para que los chicos, adolescentes y grandes disfruten al aire libre de juegos, ferias locales, espectáculos gratuitos.
Laberinto de Borges: una joya que hay que ver y en la cual vale la pena perderse y encontrarse para los amantes de la literatura, la historia y los espacios verdes