Según Luis Gallego, presidente de Iberia, el sector aéreo se encuentra ante la mayor crisis de la historia y como consecuencia las aerolíneas serán más pequeñas en términos de flota. Asimismo, estableció que sin aviones no hay turismo.
El impacto provocado por la pandemia de COVID-19 es considerado como la peor crisis de la historia de la aviación. La diferencia con crisis anteriores es debido a que la curva de caída y recuperación de la demanda fue en forma de V, pero en este caso hemos pasado de una V a una U y ahora ya estamos en una L, aseguró Gallego. Además, las compañías tendrán que hacer frente a la devolución de los préstamos obtenidos durante la pandemia, lo que dificultará aún más la recuperación.
Aunque algunas aerolíneas estaban mejor posicionadas que otras en términos económicos y comerciales, inevitablemente el impacto les llegó a todos y los obliga a reinventarse. En estos momentos, las compañías centran su esfuerzo en recuperar la confianza de los clientes sobre la seguridad de los vuelos.
Gallego considera que es el momento exacto de afrontar medidas que apoyen al sector turístico y a las aerolíneas. Un ejemplo es el Plan Renove para la aviación europea, donde el gobierno español tiene una oportunidad fundamental para ayudar a las aerolíneas a salir de la crisis y contribuir a una industria más sostenible.