A partir del 7 de septiembre dejó de ser requisito, para los viajeros procedentes del extranjero, presentar una prueba negativa de la COVID-19 realizada con 72 horas de antelación a la llegada. También, se aceptarán grupos en paquetes turísticos (con o sin guía) de todos los países.
Además, hasta ahora ha habido un cupo limitado de llegadas diarias de un máximo de 20.000 personas, que desde el 7 de septiembre se incrementó a 50.000 viajeros, según adelantó el primer ministro japonés, Fumio Kishida.