Como consecuencia de la crisis provocada por el COVID-19, la industria de la aviación está llevando a cabo diversas reestructuraciones operativas, administrativas y financieras para poder sobrevivir y conseguir un nuevo despegue.
Es el caso de la aviación mexicana, donde las líneas aéreas nacionales tienen el afán de realizar diferentes cambios que les ayuden a garantizar una rápida y eficaz salida de la mayor crisis de la industria aérea.
Diversas aerolíneas de México como Interjet, Volaris y Viva Aerobús, están llevando a cabo una importante reestructuración financiera para logar reanudar su actividad durante este mes de julio. Por otro lado, el pasado 30 de junio, Aeroméxico informó que se declaró en Capitulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos para poder restructurar sus finanzas. Con este plan, la aerolínea de bandera obtiene un gran financiamiento que abre un nuevo horizonte para la empresa que pretende volver a volar en cualquier momento.
De allí, la importancia y necesidad de mantener a los actuales pilotos que, si se dejan ir, seguramente en un corto tiempo tendrían que ser recontratados y reentrenados, con el enorme costo en tiempo y recursos que eso significa.
Al final, seguramente habrá algunas aerolíneas en todo el mundo que se quedarán en tierra definitivamente debido a la afectación financiera, pero otras podrán luchar por su continuidad en el rubro.