Hoy en día están surgiendo nuevos proyectos que buscan explotar el denominado cuarto estado de la materia: El plasma.
Aunque parezca similar a una película de ciencia ficción, el plasma puede servir para la propulsión, sustituyendo la contaminante quema de combustible. Bajo este parámetro, se comenzó a estudiar científicamente que el plasma podría sustituir a los motores tradicionales de los aviones.
Un JET de plasma
El Instituto Americano de Físicas, propone la creación de un prototipo propulsor que utiliza plasma de aire inducido por microondas. El motor necesita de aire y electricidad para producir plasma presurizado a alta temperatura generando así una propulsión a chorro.
Según la información científica se ha demostrado que, con la misma cantidad de energía, se ofrece una presión de propulsión igual a la producida por un motor Jet, tradicional de aviación, pero sin generar emisiones de gases de dióxido de carbono.
Propuesta de China
En China, Dan Ye y Jun Li, científicos del Instituto Tecnoligico de Wuhan, impulsaron la creación de un propulsor de chorro empleando plasma de alta temperatura y presión generando una radiación de 2, 45 GHz en el espectro de las microondas.
El proyecto busca utilizar aire atmosférico para la creación de plasma lo que les obliga a emplear una etapa de presurización que, si se aplica al sector aeronáutico, deberá variar con la altitud, la presión atmosférica y la temperatura a pie de pista.
Propuesta española
Por otro lado, en la Universidad Carlos III de Madrid, ha patentado recientemente el motor de plasma. Al respecto, el profesor del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la universidad, afirma que este motor utiliza 10 veces menos propulsante que los motores químicos.
El motor español diseñado para el espacio, es en forma de U ofreciendo dos salidas para el chorro del plasma al no contar con parte trasera, haciéndolo único y muy diferente a los motores chinos.
Motores iónicos espaciales
Por otro lado, la NASA ha implementado en algunas misiones espaciales motores iónicos. Uno de los ejemplos es la sonda Down, el cual generaba aceleraciones bajas pero el combustible lograba durar muchas horas. Sin embargo, este ultimo solo se puede aplicar en el espacio y no en condiciones atmosféricas, por lo que no podrían ser aplicados en aviones.