El pasado 15 de noviembre Cuba anunciaba su reapertura gradual al turismo y flexibilizaba los protocolos higiénico-sanitarios que fueron establecidos para la llegada de turistas debido a la pandemia de coronavirus. De este modo, se dejaba de exigir a los viajeros vacunados una PCR negativa, sin embargo el pasado 5 de enero se volvió a introducir esta medida ante el avance en todo el mundo de ómicron, la nueva variante de la COVID-19.
Será obligatorio para los viajeros internacionales presentar en el punto de entrada un esquema de vacunación completo y mostrar el resultado negativo de un test PCR, realizado como máximo 72 horas antes del viaje. Quedaron exceptuados de esta medida los niños menores de 12 años. Al mismo tiempo, el país incrementará la vigilancia aleatoria, a partir de la realización de test PCR en la frontera a viajeros procedentes de países de alto riesgo.