Los países de la Unión Europea (UE) han llegado a un acuerdo para unificar los criterios que sirven para restringir los viajes a causa de la pandemia de la COVID-19 y han acordado una serie de pautas clave a la hora de limitar el libre movimiento de personas.
Se trata de la llamada tasa acumulativa de notificación de casos en 14 días (el número total de casos nuevos por 100.000 habitantes en ese plazo y a nivel regional), la tasa de positividad (porcentaje de positivos entre todos los test realizados en una semana) y la tasa de pruebas (el número de test por 100.000 habitantes en la última semana).
Asimismo, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades publicará un mapa por regiones de la UE (también con Islandia, Liechtenstein y Noruega), en el que las áreas se marcarán en cuatro colores de acuerdo a criterios establecidos (verde, rojo, naranja y gris). Como consecuencia, los Estados miembros no deberían restringir el libre movimiento de personas que viajan entre áreas ‘verdes’ y deberían fijarse en la situación epidemiológica en su propio territorio.
Por último, si un Estado miembro va a restringir la movilidad con otro, debería informar previamente a ese país, al resto de socios comunitarios y a la Comisión Europea, preferentemente, con 48 horas de antelación y también debería informar «inmediatamente» cuando relaje la restricción.